No es ningún secreto que a muchas personas les encanta el café, entre las cuales me incluyo, y otras a las que no tanto. Pero una cosa es prepararlo para beberlo y otra diferente es aprovecharlo al máximo. Si estáis entre aquellos no demasiado fans de estos granos de oro no os preocupéis: quizás conviváis con alguien a quien sí, y entonces voilà, solucionado.